Nuestra aventura en busca de las auroras boreales era un reto en sí mismo, un desafío y una prueba en todos los sentidos. Lo habíamos planeado para después de la Residencia #HelsinkiSecret. Después de la comodidad de Helsinki, viajar a Laponia buscando llegar a dedo a Ivalo, más allá del Círculo Polar Ártico, a temperaturas bajo cero, era prácticamente toda una declaración de principios, el gesto de rebeldía tras la comodidad del viaje esponsorizado.
De alguna forma era un desafío a mí misma, un gesto, un guiño a mi Rebeldía y a mi Resistencia, a mi viaje a dedo por Sudamérica.
Soy del norte de España, como ya he comentado muchas veces. Estoy acostumbrada a los día grises, a la lluvia, al viento, a la humedad, a la tormenta y la mala mar. La nieve es motivo de fiesta pero llega y ocurre al menos una o dos veces al año. Digamos que el frío no me es desconocido, aunque no siempre nos hemos llevado bien.
Tengo el hereditario síndrome de Raynaud o a lo que traducido al lenguaje mortal vendría a ser mala circulación, lo que implica que sufro de continuas manos frías. En los inviernos más duros de mi adolescencia se convirtió en falta de movimiento o hasta sabañones en los dedos.
Así que digamos que pese a haber recorrido a dedo sola media Sudamérica, viajar a Laponia, hacer dedo a temperaturas bajo cero, donde el tráfico no es especialmente abundante, era algo que me asustaba y a la vez me llamaba terriblemente la atención por el desafío que implicaba, sobre todo después de leer la experiencia de Lina, así que tenía que intentarlo.
La aventura de viajar a Laponia
De Helsinki a Rovaniemi tomamos un tren, más por motivos de tiempo que otra cosa, para que nos diera tiempo a viajar a Laponia. Encontramos una oferta muy buena en esta página y pese a que el transporte en Finlandia es caro, nos salió por solo 30€ un viaje de más de 10h de trayecto. En Rovaniemi hicimos couchsurfing por un par de noches, ya que necesitábamos un día casero de total descanso, vino tinto y tortilla de patata. Nuestros couch resultaron ser además expertos en hitchhiking y nos dieron consejos para que no muriésemos congeladas, además de explicarnos las distancias y las poblaciones principales que encontraríamos en el camino.
Ya con las pilas recargadas, unas nuevas plantillas térmicas y chalecos reflectantes que habíamos comprado por si nos quedábamos sin luz a recomendación de nuestros couchs (lo que era muy probable porque teníamos cuatro horas para hacer 5h de trayecto directo), nos dispusimos a afrontar la nueva aventura que nos habíamos propuesto; viajar a Laponia a dedo.
1º tramo: Rovaniemi- Sodankyla:
Elegimos mal día y lo notamos desde el mismo momento en que salimos a la calle con nuestras mochilas. Creo que fue el día más frío que vivimos en todo el viaje. En Rovaniemi el termometro marcaba -29º y mi dedo se congelaba totalmente mientras trataba de hacer dedo a la salida de la ciudad.
Pese a estar bien colocadas, el sitio parecía no gustarles a los conductores. 45 minutos de espera hasta que llegó el autobús que nos acercaba a Santa Claus Village, ya en la carretera que debíamos tomar. Decidimos que desde allí quizás sería más fácil así que nos subimos. Un par de noruegas se tomaron fotos con nosotras y nuestro cartel mientras que nos contaban que ellas también habían hecho dedo por Europa.
En Santa Claus Village aprovechamos para visitar la línea que marca el Círculo Polar Ártico, aunque nos la tuvimos que imaginar, pues estaba tapada por una buena capa de nieve. También aprovechamos para calentarnos un rato y mientras Sara se quedaba esperando, yo aproveché a hacer una visita rápida a Papa Noel, porque aunque sea una tontería una no visita todos los días la morada de aquel que me regalaba ilusión en la infancia.
Junto a la línea del Círculo Polar Ártico, en Santa Claus Village, a -27º y a punto de volver a intentar el dedo con Sodankyla como primera parada.
De nuevo despertamos atención. Esta vez de unas japonesas que no podían creer que una española y una mexicana fueran a hacer dedo a esta temperatura, fueran a viajar a Laponia a dedo. Temiendo nuestra congelación, nos regalaron unos parches que dan calor y que nos pegaron al cuerpo.
Volvimos a la carretera a probar suerte. Los -27º se sentían duros, sujetar el cartel o tratar de levantar el dedo hacía que los dedos se quedaran totalmente congelados y ni el baile de Sanbito ni los bailes de pueblo asturiano conseguían aliviar el frío que entraba por todo el cuerpo.
Y no, no morimos de amor ni morimos congeladas. A los 45minutos un grito detrás nuestro. Una señora nos había visto pero al no esperar a nadie haciendo dedo a esta temperatura no había tenido tiempo de reaccionar y parar. Volvía a por nosotras e iba directa a Sodankyla a dos horas de camino con su hija recién nacida.
Nos subimos súper agradecidas y aunque en el coche no hacía mucho calor, agradecimos estar a cubierto. La mujer nos contó que aunque es frecuente encontrar a gente haciendo dedo en primavera, es muy raro encontrar gente haciendo dedo en enero y más un día tan frío. Frío incluso para los locales, como bien nos recalcó.
Una hora y media más tarde llegamos a Sodankyla. Nos dejó al final del pueblo, junto a una estación de servicio, para que, en el caso de que no nos parara nadie, tuviéramos un lugar donde resguardarnos, como bien nos habían explicado nuestros couchs en Rovaniemi.
Cuando vas a hacer dedo a temperaturas extremas bajo cero es recomendable hacerlo en lugares poblados donde en caso de que estés mucho tiempo en el exterior puedas entrar a calentarte. Por eso, si alguien te ofrece llevarte hasta algún punto prácticamente despoblado en la ruta sin un café ni nada donde resguardarte es mejor dar las gracias y seguir esperando hasta que alguien te pueda llevar hasta el siguiente sitio poblado.
2º tramo: Sodankyla-Ivalo. Viendo auroras boreales:
Se había hecho de noche y a nosotras aún nos quedaban 200km hasta llegar a Ivalo. La señora nos había dado su número de teléfono por si no conseguíamos llegar. Entramos a la estacion de servicio, comimos un viaje con nuestras últimas provisiones y tomamos te tibio que quedaba en el termo antes de volver a salir ya con nuestros chalecos reflectores puestos a levantar el dedo (o intentarlo, porque resulta algo realmente complicado a esa temperatura y con una manopla gigante).
El frío era muy extremo, pero era buena hora. La gente salía de trabajar y debían pasar coches que fueran directos a Ivalo tras la jornada laboral.
20 minutos. Nada. Sara y yo nos turnamos el cartel, porque las manos se quedan congeladas tratando de sujetarlo y es necesario turnarnos para moverlas y saltar mientras los coches no pasan.
30 minutos. Los coches pasan pero ninguno tiene intención de parar. Trato de mover los pies constantemente pero empiezo a notar como los dedos pierden movilidad. Moverlos dentro de la bota no es solo complicado, sino hasta doloroso. La bufanda se humedece del vapor de la congelación que se congela.
40 minutos. Ningún coche para. Sara dice que no aguanta más. Que necesita ir a guarecerse y volver a entrar en calor. A mi me duelen los pies, pero insisto en aguantar un poco más, tenemos que aprovechar que hay tráfico. Cuanto más tarde más oscuro se hará, más frío y menos coches pasarán.
50 minutos. Yo tampoco aguanto más y le digo a Sara que vayamos a la estación a calentarnos. Ahora es Sara la que insiste en aguantar y yo cedo nuevamente mientras salto más fuerte.
55 minutos. Ya no puedo mover los dedos de los pies. Decidimos emprender retirada, al menos por ahora. Necesitamos volver a entrar en calor, el frío es demasiado intenso y ya no solo nos afecta las extremidades, sino que empezamos a sentirlo en el resto del cuerpo.
Vamos a por la mochila, empezamos a colocarnos las cosas cuando unos focos nos iluminan desde la espalda y un grito nos dice: «Come on!». Nos giramos sorprendidas y vemos un forgón oscuro y un señor que baja y nos grita desde la puerta. Corremos con la mochila y le preguntamos si nos ha parado a nosotras mientras que él asiente y repite con urgencia: «Come on come on, go inside». Nos subimos rapidamente, tratando de abrir las puertas el menos tiempo posible.
En la furgoneta hace calor y él nos pregunta si tenemos mucho frío. Nos dice que nos quitemos guantes y zapatos además del abrigo. Lo hacemos y empezamos a sentir el calor. Él señor enciende la luz y nos mira la cara, agarrándome el rostro mientras yo me sobresalta. Examina mis mejillas y dice que están cogiendo color, lo que es buena señal. Le mira a Sara y llega a la misma conclusión mientras nos explica que si las mejillas continúan blancas durante largo rato eso pueden convertirse en quemaduras por el frío que se quedan como manchas que se van quedando oscuras hasta dos meses.
Sara y yo nos miramos las caras respectivamente asustadas y respiramos aliviadas al ver como poco a poco nuestra cara se va poniendo con el calor roja como un tomate. El señor nos ofrece café caliente que aceptamos agradecidas mientras transitamos la blanca carretera con los bosques nevados alrededor y yo me siento feliz porque lo hemos conseguido. Estamos en carreteras nevadas rumbo a Ivalo.
El señor tiene uno de esos complicados nombres finlandeses, pero nos cuenta que en Ivalo todo el mundo le conoce como Rambo y la verdad es que el apodo le va bien. Se dedica a hacer tours y excursiones. Trekkings, caza de auroras, paseos en motos de nieve y todas esas cosas. No es especialmente hablador, como la mayoría de los finlandeses, sobre todo al principio, pero lo intenta bastante.
Nosotras le contamos que hemos estado en Helsinki y que ahora venimos con la ilusión de ver auroras boreales, pero que, aunque no lo consigamos, la magnífica experiencia habrá merecido la pena. Él nos escucha y nos dice que en Ivalo las auroras se ven casi todos los días, que están ahí, pero que el problema es el tiempo. Si está nublado y sin viento, es imposible verlas. Pero nos comenta, recalcando, que los días despejados como hoy, de frío intenso, es muy seguro verlas si se está atento.
Un rato más tarde, se agacha sobre el volante mirando a través de la luna el cielo, como quien dice despistadamente. Al instante después nos mira tranquilamente y nos dice que ahí está a nuestra derecha, nuestra primera aurora boreal y Sara y yo, nos agachamos sobre el cristal sin dejar de mirar la masa verde que tratamos de ver en el cielo.
No es muy intensa y dura poco. Proseguimos el viaje pero Sara y yo nos sentimos satisfechas. Hemos conseguido llegar a dedo a Ivalo y ya en el camino, hemos visto nuestra primera aurora boreal. Todo un regalo.
La aurora vuelve a aparecer más intensamente. Rambo para el coche y salimos rapidamente con lo puesto al exterior a admirar la aurora que cruza la luna y se pierde más allá de los árboles. Yo saco la primera foto con urgencia y sin tener nada ajustado antes de volver a entrar al coche.
Sara está emocionada, yo también. Los dedos se me quedan congelados tratando de sostener la cámara, pero no importa, merece la pena. Aprieto y miro el visor. Miro al cielo y miro el visor. De alguna forma no puedo creer lo que veo, pero está ahí y se mueve, oscila, casi que parpadea. Serpentea al cielo como una serpiente verde que baila para nuestros ojos caprichosos.
Llegamos a Ivalo por tarde/noche. Rambo nos dejó al principio del pueblo, a solo un par de calles de la casa del que sería nuestro couch durante tres noches. Tres noches que habíamos reservado para tratar de ver las auroras. Tres noches en las que seguiremos saliento al frío y a la nieve a verlas. Porque hemos llegado a Ivalo a dedo por ellas. -34º haciendo dedo en Sodankyla. Mucho frío. Y aún así ha merecido la pena.
(Si quieres saber más sobre las auroras (porque vimos más) no te pierdas el post que publicaré el próximo miércoles con consejos para verlas, fotos bonitas que pude sacar y más sobre este hipnotizados fenómeno. El próximo miércoles, no te lo pierdas.)
La vuelta. A dedo de Ivalo a Rovaniemi:
A la vuelta, a pesar de que nuestro couch amablemente nos había conseguido transporte de Ivalo a Rovaniemi por 15€ en el coche de un particular a petición de Sara, yo decidí que me quería volver como me había venido, a dedo. Que aunque habíamos triunfado la ida, para mí no estaba completo el desafío. Viajar a Laponia debía significar ir y volver a dedo.
Y así fue. Sara finalmente decidió acompañarme y esta vez tuvimos más suerte. Solo -8º grados bajo cero, casi primaveral. Esperamos casi una hora y aunque seguíamos con los pies casi helados, este frío ya nos parecía el calor más agradable. Después de que parara un señor que no iba muy lejos, finalmente paró un segundo que iba directo a Rovaniemi. Otra vez lo habíamos conseguido.
Nos llevó de Ivalo a Rovaniemi en un viaje que duró más de cuatro horas y en el que a pesar del mal inglés pudimos entendernos, conversas y hasta nos llevó a una de las estaciones de esqui de la zona, para que vieramos el lugar más blanco que yo he visto en mi vida.
También vimos renos por el camino, paramos un par de veces y de nuevo llegamos sanas y salvas a nuestro destino. Desafío conseguido.
ℹ︎ CONSEJOS PARA VIAJAR A LAPONIA A DEDO:
✈️ Vuelos: si quieres encontrar las mejores ofertas para viajar a Laponia te recomiendo buscar en Skyscanner.
🏠 Alojamiento: si aún no tienes alojamiento para tu viaje a laponia puedes buscar en Booking o reservar en Airbnb con estos 35€ de descuento. También puedes buscar los mejores hostales en Hostel World.
🚑 Seguro de viajes: si necesitas un seguro de viaje para viajar a Laponia te recomiendo Chapka o IATI Seguros, que además si contratas desde este link tienes 5% de descuento.
✎ Si vas a viajar a Laponia y piensas hacerlo a dedo, es importante que estés bien abrigado, sobre todo en invierno. Échale un ojo al post Ropa para el frío extremo. Es importante que te abrigues bien y que no pases frío.
✎ Lleva ropa reflectante. Si vas a viajar a Laponia tienes que tener en cuenta que en invierno dispondrás de pocas horas de luz. En enero en Rovaniemi el sol sale a las 10 y se va a las 15h. En Ivalo oscurece casi a las 14h, así que es importante que lleves ropa reflectante para que te vean los coches. Un chaleco y pon pequeños reflectores a tus mochilas. Los finlandeses los usan mucho y los cuelgan incluso a diario de las cremalleras de sus chaquetas.
✎ Olvida lo de que el alcohol da calor. Si bebes alcohol sentirás calor en el estómago en un primer momento, pero luego el alcohol en tu sangre bajará tu temperatura corporal.
✎ No te quedes en lugares despoblados. Ya lo he mencionado, pero es importante a la hora de viajar a Laponia. Asegúrate siempre de que te dejarán en un lugar donde haya algún establecimiento en el que puedas entrar en calor en caso de necesidad.
✎ En mi página de Recursos puedes encontrar las empresas de ofertas y transporte barato en Finlandia para tu viaje a Laponia.
✎ Suerte y la mejor de las vibras! A los finlandeses les cuesta parar por timidez, pero de que paran, paran.
Y ya sabes, como siempre digo, si te gusta, pues comparte, que compartir es vivir y encima es gratis. Yo te espero en los comentarios. ¿Has pensado en viajar a Laponia para ver auroras boreales? ¿Te animarías a hacerlo a dedo? Cualquier duda o cualquier cosa aquí ando :P
Las mejores rutas,
Algunos de los links de este artículo sobre viajar a Laponia son links de afiliados. Eso quiere decir que si contratas desde el link a ti te cuesta lo mismo y yo recibo una pequeña comisión que me ayuda a seguir viajando. Aún así, todas las recomendaciones están hechas de corazón. Que disfrutes de los planes que hacer en Nápoles!
7 comentarios en «Viajar a Laponia a dedo para ver auroras boreales más allá del Círculo Polar Ártico»
Hola, simplemente que sepas que eres una fenómena, No he tenido mucho tiempo de leer tu blog, he leido este articulo de la ponía y poco más. Pero que sepas que lo poco que he leído me ha encantado. Me siento identificado contigo por tu forma de ser, ¿no serás sagitario por casualidad?. Yo ahora mismo estoy intentando dar la vuelta al mundo, empecé el 25 de Septiembre, pero lo que hace difícil este viaje es que dinero lo que es dinero ahorrado poco. Lo que es nuevo para mi es lo del blog, me lo han aconsejado mis amigos y finalmente lo estoy haciendo, pero me tengo que poner al día con el viaje, tengo muchos artículos atrasados, pero he estado intentando solucionar primero problemas de estructura del blog. javierrodriguezgarcia.com
¿Dónde paras ahora?, sería muy bonito conocerte por ahí, por algún país con la mochila.
UN ABRAZO FENÓMENA
Javier!
Qué alegría recibir tu mensaje! Me he estado un rato paseando por tu blog, que interesante y qué pedazo de viajes te has pegado ya! Me encanta tu nueva aventura y tu filosofía de vida, porque si no es ahora cuándo!
Yo ahora mismo estoy en Ciudad de México, en unos días Cuba, Buenos Aires a final de mes, España en abril y puede que Asia en primavera! Ya veremos a donde me lleva la vida! Estamos en contacto y espero encontrarte de vuelta por aquí para que me vayas contando!
Y a seguir viviendo y a seguir viajando!
Un beso!
Por su puesto, igualmente, mucha suerte y disfruta del camino.
Un Besito
Hola realmente fascinante lo que contas, no he podido para de leer a pesar de la hora que es…, de acuerdo a tu experiencia llevarias maleta para facturar o intentarias meter todo en el equipaje de mano, por los pocos dias q voy a quedarme (6 en total) no se si merece la pena facturar una maleta, en nuestro caso somos 2 adultos y una niña de 5 años y tenemos pensado ir Helsinsky el 1º dia, volar a Rovaniemi y de ahi encontrar bus a Loma Vietonen (Ylitornio) quedarnos 4 dias en una cabaña y regresar a Helsinsky por 1 dia mas y de vuelta a España. Loma Vietonen es un sitio que me enamoro pero no encuentro conexiones apropiadas de autobus y los taxis son muy caros, si tienes mas informacion sobre éste tema te lo agradeceria.
Gracias por éste blog y compartir tu experiencia fue muy útil!!!
Marcela! Qué bien que te guste y te sirva.
Pues lo de la maleta, la verdad fue muy mala suerte. Fue porque hicimos escala y cambio de avión y perdieron algunas maletas por el camino. La de mi amiga Sara sí llegó, la mía tardó dos días en llegar, pero aunque estas cosas te pueden pasar, no es lo normal y no debería de pasaros a vosotros, así que si pensabais facturar pues podéis hacerlo. ¿Vuestro vuelo hace escala? En principio vuestras maletas deberían de llegar sanas y salvas aunque si solo vais 6 días yo creo que en tres maletas de mano tenéis espacio suficiente para llevar todo lo necesario para ir de viaje 6 días. Mi recomendación es que el abrigo y una bufanda o un gorro o así os lo llevéis con vosotros en la mano. Por suerte yo llevaba mi chaqueta conmigo y eso me salvó aunque no hubiese llegado mi maleta.
En cuanto a lo de los autobuses yo conozco estas dos empresas de autobuses finlandesas: Onnibus, que es una empresa de autobuses lowcost y Eskelisen, que es la única creo que llega a Laponia. Puedes ver si encuentras algo ahí.
Espero te sirva la info. Me cuentas qué tal vuestra experiencia!
Un abrazo!
Hola Carolina, que alegría que hayas llegado a mi blog. ¿En qué mes vas a viajar a Finlandia? En el verano no hace frío, es en invierno cuando bajan las temperaturas hasta los bajo cero en el norte.
No sé si has leído el otro post que escribí sobre ropa para el frío extremo en Finlandia, está escrito para que vayas preparada para el frío, te lo dejo por aquí:
https://lapiznomada.com/ropa-para-el-frio-extremo-invierno-en-finlandia/
En ese post explicó todo sobre las capas. Mi recomendación es que te pongas una
Primera capa de ropa pegada, puede ser ropa térmica de la que venden en México preparada para hacer deporte o ir a correr. Sobre eso te puedes poner algo delgado y polar o un suéter. Luego un jersey de lana, la lana es lo que mejor funciona para el frío. Luego necesitas una buena cazadora. Las mejores son las de NorthFace pero realmente no necesitas gastarte tanto dinero porque es una marca muy cara. Yo no compré apenas ropa cuando fui, lo que hice fue ponerme todo lo que tenía por capas y pedir algo de ropa a amigas antes de ir.
Además en Helsinki, en El Barrio del diseño hay tiendas de segunda mano donde puedes comprar la ropa que te falte para el frío por muy poco dinero, así que si quieres unos pantalones para la nieve por ejemplo y no los encuentras en México o son muy caros los puedes comprar en Helsinki en la tienda de segunda mano por 4 o 6€.
Lleva zapatos grandes y calcetines de lana, varias capas y tapa bien todas tus extremedidades. No te preocupes que estarás bien y vas a vivir una experiencia para ti fascinante, estoy segura!! Me cuentas cómo te va por allá! Un abrazo y buenas aventuras!
Hola! Me encantó encontrar tu blog! Estoy por realizar un viaje a Finlandia, serán muy poquitos días y espero encontrarme con un amigo que vive en el norte, de lo contrario no sé qué haré. Mi gran problema es que soy también una persona muy friolenta, lo cual me asusta (pero también me emociona) porque estaré en un clima totalmente diferente al de mi país (México), por lo cual estoy acostumbrada a temperaturas no menores a 5 grados en invierno y casi todo el año a unos 22ºC, así que te he encontrado y tus tips creo que han sido de gran ayuda, sin embargo aún tengo mis dudas sobre todo con respecto a las «capas de ropa», porque de verdad que por aquí no venden mucha «ropa térmica» que digamos, así que te agradecería un montón si pudieras recomendarme alguna marca en específico o algún material, porque eso de -30º si que me da pavor, pero todo valdrá la pena por ver las hermosísimas «auroras boreales».
Por cierto, todo eso que escribiste de las auroras y en general de toda tu experiencia hizo que sintiera una adrenalina y una sensación de aventura increíble.