Pero no, sigo en DF.
Ya le avisé a A. que si me acogían tan bien en la casa corría el riesgo de que me quisiera quedar. Pero no ha sido eso, más bien ha sido el hecho de tener un boleto a Buenos Aires sujeto a disponibilidad de espacio, sumado a eso el hecho de que es febrero: temporada alta en Argentina.
Así que nada, ayer me fui al aeropuerto, el vuelo era a las 10:05. Me levanté a las 5 de la mañana para llegar con tiempo; a las 6 agarré un taxi que me llevara hasta la terminal. A las 6.30 ya estaba ahí. Me apunté a la lista de espera y ya entonces me avisaron de que el vuelo estaba lleno, pero aún así me dijeron que volviera a las 8.55 por si quedaba algún lugar. Espere entonces más de dos horas en las que estuve ahí con las mochilas igual que un cubito de hielo, helada (no se por qué mantienen la temperatura tan extremadamente baja en el aeropuerto, ¡la gente iba dentro con abrigo!). Me tomé un café malo pero barato del Oxxo y una manzana en lo que esperaba. A las 8.55 fui por fin a preguntar y nada, después de tanto esperar me dijeron que no había lugar. De hecho el vuelo estaba sobrevendido así que vuelta otra vez para casa con las mochilas y mucho sueño en el metro. Además que me tocó hacer el interminable transbordo de Pantitlán, y ya de vuelta ver los aviones sobre mi cabeza volar y yo maldiciendo por no estar ya subida a uno de ellos y tener que regresar después de tanto madrugón y tanto ir y venir en vano.
Foto tomada en el baño del aeropuerto mientras esperaba.
Pero bueno, ni modo, mañana lo volveremos a intentar y esperemos por fin poder volar. De mientras aprovecharé para contar un poquito de estos últimos días en DF, días un poco raros, con muchas cosas que hacer y más visitas al centro de las que me hubiese gustado.
Como ya os conté, llegué a DF un jueves en el que salí esa misma noche a la inauguración del Ambulante, (el Ambulante es una gira de documentales que se organiza cada año en algunas ciudades del país, entre ellas DF. Dura desde finales de enero hasta principios de mayo, así que si podéis no dudéis en acercaros a algunas de las proyecciones de su décima edición, en su mayoría gratuita. Podéis informaros de las fechas aquí.)
Los días siguientes me los pasé haciendo recados. El viernes fui al centro a conseguir algunas cosas que necesitaba para el viaje. Me hacía falta una funda para proteger la mochila de la lluvia y algún calzado más apropiado. También ncesitaba arreglar el objetivo de mi cámara. Casi me volví loca, el centro de DF me cansa mucho. Está dividido como se dividían las ciudades antiguamente, por calles de distintos sectores, distintas profesiones. Todo ordenadito: la calle de las telas, la calle de los instrumentos musicales, la calle de cosas de montaña, la calle de computación y programas, la calle de material de papelería, etc. Además está siempre terriblemente abarrotado de gente.
Pero bueno, no me quedaba más remedio así que me fui en metro hasta la parada de Allende buscando la calle Donceles, en donde están agrupadas todas las tiendas de fotografía. Me habían recomendado una en la esquina de Donceles y Palma y fue una buena recomendación: me arreglaron el objetivo en menos de media hora y por solo 500 pesos, una maravilla.
De ahí me fui a Venustiano Carranza, la calle especializada en deportes y cosas de montaña. Después de ver demasiadas tiendas y con un mareo ya muy grande de tanto tratar de comparar, conseguí encontrar la funda para la mochila y me compré unas botas que resultaron que luego me hacían daño.
En la tarde me fui a Coyoacán para encontrarme con mi antiguo compañero de piso. Resultó que eran fiestas del barrio y nosotros no nos habíamos enterado. Todo estaba abarrotado. Aún así fuimos a comer algo y M. eligió un lugar de comida yucateca, no pudo ser más absurdo puesto que acabo de volver de Yucatán pero aún así lo gestioné decantándome de toda la carta por unos sabrosos tacos al pastor.
Estos días en DF, también he aprovechado para tatuar bastante a la banda. Empecé con un hurón para Camilo, en su casa, por metro Universidad. Luego también le tatué a Sarita una grulla de origami con watercolour, de Sarita salió un tatuaje más de una amiga suya y otro más aquí en la casa, así que no ha estado mal. Podéis ver algunos de ellos aquí.
Tuve que volver al centro, porque me hacían daño las botas y aún necesitaba más cosas, como tinta turquesa para el tatuaje de Sarita y algunos pendientes/aretes de esos hechos con legumbres (frijoles, pipas, habitas, granos de café, etc.) que venden en el mercado de los Artesanos, en la calle República de Uruguay. Es un mercadito chiquito y muy abarrotado donde se pueden encontrar muchas de las artesanías típicas del país y ofrecena demás precios de mayoreo.
Ese día no solo me encontré con el habitual abarrotamiento sino que además había alguna cosa de bicis y andaban desde abuelos a los niños circulando por las calles cortadas.
Después de conseguir hacer mis recados me encontré con Carmencita y fuimos en busca de algo de comer a Regina. Lo cierto es que pese a ser pleno centro, Regina es una calle agradable, me gusta el ambiente que se mueve siempre ahí y es interesante darse un paseo para ver que algunos de los murales que conocía han sido remplazados por otros nuevos.
Fíjense en el bordado que tiene el hierro para atar la bici, no tiene desperdicio.
Comimos una comida corrida y yo probé por primera vez el mixiote. Según me explicó Carmencita el mixiote se elaboraba cociendo el conejo (o el pollo, dependiendo de que sea el mixiote), en una hoja de maguey dentro de la tierra. El que yo me comí estaba cocinado en papel albal y supongo que dentro de una cazuela, pero aún así estaba bueno.
Carmen me llevó también a tomar un café al Museo de la Memoria Indómita. La Casa de la Memoria Indómita es un museo que exhibe documentos, fotografías y objetos relacionados con las desapariciones forzadas de la conocida como guerra sucia en México y que trata de hacer así memoria de todos los «desaparecidos» en este país. Ese día tenían en la puerta una «instalación» en memoria de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa. Un tema que da para toda una entrada o más, pero que dejaré para otro momento. De mientras, los que no sepan, pueden enterarse un poco en alguno de estos enlaces:
-Desinformémonos: http://desinformemonos.org/?s=43+normalistas
-El Arte Resiste: http://www.elarteresiste.net/tag/ayotzinapa/
Pudimos disfrutar de un hermoso atardecer en el cielo defeño, cosa no tan habitual.
Y por si no fuera poco espectáculo resultó que volviendo a casa reparamos que debía haber algo sobre proyecciones en la ciudad, pues no era normal, en menos de 500m nos encontramos dos. Luego me he enterado que sí, de que actualmente hay un festival de proyecciones en la ciudad. La primera que vimos estaba junto a la Torre Latinoamericana y era interactiva.
La segunda nos la encontramos junto al SemiCírculo y a mí al menos me gustó más. Eran distintas animaciones proyectadas en bucle. Vimos una de un español que no recuerdo el nombre y otra de un mexicano. Luego ya nos tuvimos que marchar puesto que se nos hacía tarde.
El resto de días en su mayoría tranquilos. Tatuando y preparando las últimas cosas del viaje. Vi a algunos de mis amados Unicornios en el cineclub del domingo aunque me dormí viendo la peli. Volví al centro una vez más por material de tatuaje y el sábado estuve cerca de Reforma en un seminario organizado por Colectivo Tres preparativo de la exposición «La Pizarra Mágica» que se inaugurará el 23 de febrero en la galería Nox (aunque yo no podré estar snif snif).
De ahí me fui al Ex Teresa que había clausura pero no nos gustó así que nos fuimos a otra inaguración en Bikini Wax, por Benjamin Franklin, mucho más humilde pero que nos gustó mucho más que todo lo del ExTeresa, aunque la verdad que había tanta gente mirando que no nos enteramos mucho de la proyección que había en la azotea.
Todos esos días he aprovechado también para comer mucho fuera, visitar los pequeños mercados, las comidas corridas y las doñas que tan bien preparan los tlacoyos y las quesadillas, ya que se que voy a extrañar la comida cuando por fin parta. Además me hice amiga de un Don en el mercado de aquí al lado, lo único malo que no dejaba de contarme su vida y decirme que me presentara al casting de Televisa, pero aún así me resultó gracioso y siempre trato de conocer un poco más a las personas de los lugares a los que voy.
De casualidad también pude ver cómo elaboran las famosas piñatas, en realidad el proceso es bastante sencillo. Podéis ver una pequeña piñata terminada en la foto anterior.
Y bueno, en el Mercado de Nativitas, en la Narvarte, que es al que más he estado yendo, tienen también su propia altar a la Virgen, si no me equivoco, la Virgen de Guadalupe.
Una partecita de mí va a extrañar DF cuando me vaya. La verdad es que es una impresionante ciudad.
4 comentarios en «Sigo en DF | No he podido volar, es lo malo de tener un boleto sujeto a disponibilidad»
Hola Andre que tal un gusto de mi parte en saludarte y felicitarte por tu estilo de vida de viajar y recorrer el mundo.. te cuento que yo he viajado con boleto sujeto a espacio en 2014 desde buenos aires al df y fue una odisea . y ahora que leo tu experiencia agrdesco al creador no haber tenido que quedarme barado uno o dos dias para viajar.. tanto en la ida como en la vuelta.. y ahora que pronto volvere a mexico espero tampoco tener problemas. mande mi mail a una pagina en donde das los detalles de como trabajar viajando y ganando dinero. realmente me interesa y espero tener novedades pronto. saludos desde bs as
Mijhail
Si pudiste realizar tu vuelo a argentina , me gustaria que me guiaras.ya que no pude tomar el vuelo por temporada alta espere 4 dias en el aeropuerto, tuve que sacar otro pasaje por que era urgente mi regreso. me gustaria usar la vuelta, sin pasar por lo mismo. en que mes regresaste de buenos aires a mexico ??tuviste que esperar?? a que hora tengo que llegar a ezeisa para anotarme en la lista de espera?.
Compañera Gracias por comartir tus experiencia!!! buena vida!!!
Hola Luana. Pues yo son ya varias veces que viajo en vuelos sujetos a espacio. En mi experiencia, nunca he viajado a la primera y siempre he tenido que esperar. La primera vez viaje al segundo día Madrid-México. De México a Argentina volé en temporada alta y finalmente conseguí volar al tercer día, que había dos vuelos y me fue más sencillo porque mi vuelo era de piloto y por lo tanto tenía prioridad. Ahora que he vuelto a España conseguí volar el quinto día. Desde luego, estos vuelos no son una buena opción si tienes prisa. Están muy bien pero tienes que contemplar que casi nunca podrás volar al primer día.
No regresé por avión de Buenos Aires a México (si ves mi ruta verás que subí desde Argentina a Colombia por tierra y de ahí volé a México).
En mi consejo, deberías informarte de cómo están de llenos los vuelos en cuanto se acerque la fecha en la que te gustaría volar. Pregúntale a la persona que te proporcionó el vuelo o vete directa al aeropuerto (siempre es lo más fiable) y pregunta cómo está de llena la lista de espera.
No se a qué hora tienes que ir a anotarte, llama a la aerolínea y pregunta, ellos te informarán.
Ojalá tengas suerte! Y ya sabes, paciencia! Vete a apuntarte a diario!
Saludos Luana!
Gracias!!!