¿Qué es el flamenco? Si alguna vez has viajado a Andalucía seguramente te hayas hecho esta pregunta. Y es que, aunque casi todes tenemos una noción más o menos correcta de qué es el flamenco, al menos para mí, que soy del norte de España, esta pregunta no es tan fácil de responder.
Por eso, cuando en octubre tuve la oportunidad de viajar a la provincia de Sevilla para formar parte del blogtrip «El flamenco es mucho más«, no lo dudé un segundo. Quería conocer el flamenco en todas sus facetas. Ir desgranando esta pregunta tan amplia que, como comprobé a lo largo de cinco días recorriendo peñas, pueblos y conociendo gente cercana al flamenco, no es tan sencilla de responder.
Si tú también quieres tener la oportunidad de disfrutar de flamenco en vivo no te pierdas este espectáculo flamenco en Triana. Podrás escuchar tangos, bamberas, bulerías y soleás en uno de los barrios más flamencos de Sevilla.
En este artículo te voy a hablar de mi experiencia, de lo que aprendí durante mi viaje al flamenco y durante la ruta flamenca que realicé por la provincia de Sevilla.
Y, antes de seguir, aprovecho para dar las gracias a Eva de Flamenca Kitchen, quien me dio la oportunidad de ser parte del blogtrip «El flamenco es mucho más«. También a PRODETUR, los responsables de turismo en la provincia de Sevilla quienes han hecho posible esta iniciativa. Y, por supuesto, a Aldara de Slow Tasters, Julio de Duna Candela y Ania de Sewilla Popolsku, mis estupendos compañeros de viaje quienes no dudaron en explicarme todo y responder a cada una de mis preguntas con un montón de paciencia. ¡Gracias!
¿Qué es el flamenco?
Cuando pienso en qué es el flamenco pienso en cultura, pienso en música. Pienso en tablaos, en vestidos y en lunares. Pienso en el sur, en La feria de abril. Pienso en rebujitos, en los acordes de la guitarra española, en las flores entrelazadas en el pelo, en moños y trenzas, en peinetas. Pienso en el taconeo, en las peñas flamencas y en las figuras que han formado parte de la historia del flamenco.
Pienso en Triana y en las tardes de infancia en las que me pasaba las horas imitando el cante de María del Monte. Pienso en todos los palos que desconozco, en el cante jondo. Pienso en lo que sé, pero sobre todo en lo que ignoro.
Por eso, en este artículo quiero ir narrando un poquito de las experiencias y el aprendizaje que pude vivir en los cinco días en los que estuve recorriendo Mairena de Alcor, Estepa, La Puebla de Cazalla, Marchena, Morón de la Frontera, Utrera, Alcalá de Guadaira, Los Palacios y Villafranca y la bonita Lebrija. En el próximo post aprovecharé para hablaros más de estos pueblos.
Quiero contaros, desde el punto de vista de una turista ignorante, lo que he ido aprendiendo, lo que he interiorizado y, sobre todo, las sensaciones que este viaje por el flamenco me ha dejado.
Si quieres saber dónde puedes escuchar flamenco en vivo no te pierdas todas las opciones que ofrece Civitatis. Puedes filtrar por ciudad y hasta combinar el flamenco con un tour de tapas.
¿De dónde nace? El origen del flamenco
Una buena forma de empezar a averiguar qué es el flamenco es interesarnos por sus orígenes. ¿Dónde, cuándo y cómo nace el flamenco?
El flamenco tiene sus raíces en Andalucía y su origen se remonta al siglo XVIII. Los flamencólogos (estudiosos del flamenco) sostienen que su origen surge de la mezcla de muchas culturas, entre ellas la árabe, la judía, la andaluza y, sobre todo, la gitana.
Es del mestizaje de estas culturas de donde surge el flamenco, el cual incluye influencias africanas, caribeñas y cristianas, así como elementos musicales de culturas anteriores. Aunque no se sabe bien de dónde proviene su nombre se cree que viene del término andalusí fellah min gueir ard, que significaría algo así como «campesino sin tierra».
Aunque es un arte joven –hace un par de siglos que se empieza a expresar como lo que conocemos hoy en día–, hay noticias documentadas, ya en el año 1770, de fiestas y reuniones en las que los gitanos celebraban con cantes y bailes.
Y es que si hay una cultura que se asocia directamente con el flamenco es la gitana. Aunque el flamenco proviene del mestizaje de culturas, los gitanos han sido quienes han mantenido el flamenco, aportándole la expresión y el sentimiento.
Fueron ellos quienes empezaron a popularizar el flamenco en las actuaciones que daban en las juergas y fiestas. Sobre todo en la provincia de Cádiz, en la zona que se conoce como el Triángulo Flamenco.
La «Edad de Oro» del flamenco llega entre 1850 y 1910, periodo en el que el flamenco se populariza y, en los nuevos bares y cafés flamencos, se diversifica, separándose de la cultura gitana y dando origen a los diferentes palos y estilos. Es en esta época cuando surge el baile, los «payos» empiezan a cantar y los cantaores se convierten en celebridades.
Aunque a principios del siglo XX el flamenco pierde popularidad y casi desaparece, durante los últimos años ha resurgido. A día de hoy el flamenco ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
El flamenco es cante, toque y baile:
Más allá de sus orígenes si algo me ha quedado claro del flamenco es que está formado por tres facetas o pilares: el cante, el toque y el baile. El cante es el acto de cantar, interpretado por el cantaor. Es la manifestación original del flamenco, la expresión más pura. En los orígenes del flamenco se interpretaba solo, sin acompañamiento y, con el paso de los años, se le sumaron el toque y, posteriormente, el baile. Suele conocerse como cante jondo por su carácter profundo, repleto de sentimiento, como si naciese de lo más hondo.
El toque es el acto de tocar. Su protagonista es la guitarra española, aunque en el flamenco más contemporáneo también podemos encontrar el cajón flamenco, haciendo el acompañamiento en la percusión. A quien toca se le llama tocaor. Dentro del toque de la guitarra española hay diferentes técnicas, siendo las más habituales el rasgueo, el picado y la alzapúa.
El baile flamenco es la interpretación física de la letra y la música de cada palo o estilo. Suele tener un alto grado de improvisación y se caracteriza por el uso del taconeo –una técnica que convierte a los bailaores en tocaores, aportando el elemento de percusión gracias a los clavos que los zapatos llevan en la punta y el tacón–, las figuras que realizan las manos y, sobre todo, el sentimiento que transmiten los bailaores.
El flamenco son sus muchos palos y estilos:
Otra de las cosas que he aprendido sobre el flamenco es que tiene una gran variedad de estilos o palos, como se los conoce dentro del flamenco. De hecho, existen más de 50 palos distintos y no, las sevillanas no son uno de ellos como pensaba –o al menos eso me explicaron–.
Cada palo flamenco tiene una estructura y una métrica distinta. Para poder diferenciar un palo de otro hay que fijarse en el compás, para ver si es de 2, 3, 4 o 12 tiempos. Otra de las cosas a tener en cuenta es dónde está el golpe o acento musical. En caso de duda otro aspecto en el que podemos fijarnos es la letra y sus estrofas o, como se las denomina en el flamenco, coplas. El número de versos y el tipo de rima de cada copla nos ayudará a identificar el palo que estamos escuchando.
Para ser sincera, yo no soy capaz de identificar los palos, para eso hacen falta años de aprendizaje y entrenamiento. Ni siquiera soy capaz de saber qué compas tiene la melodía –la música nunca ha sido lo mío–, pero en estos días he aprendido que la mayoría de palos pueden separarse en dos grandes categorías:
- Por un lado está el cante grande que sería el conocido como cante jondo del que forman parte los palos más profundos, los más sobrios y solemnes. Algunos ejemplos de cante grande son las seguiriyas, las soleás, los martinetes y las tonás. Estos palos se pueden diferencias por sus letras, que suelen reflejar sentimientos de dolor y angustia.
- El otro grupo es el cante chico o cante liviano que, al ser un cante más ligero, sin la resiedad del cante grande, ha tenido un mayor grado de improvisación. Sus melodías suelen ser más alegres y sus coplas hablan de amor, de humor o de felicidad siguiendo el ritmo festivo de la guitarra española. Algunos ejemplos son los tangos, las alegrías o las bulerías, que suelen protagonizar el fin de fiesta o el final de la juerga flamenca.
Existen otras formas de categorizar los distintos palos, dependiendo de si son cantes pa´lante (el cantaor tiene todo el protagonismo) o cantes pa´tras (el protagonismo se centra en el baile). También se pueden categorizar entre los palos más antiguos o tradicionales y los más modernos.
Otra categorización dentro de los palos flamencos son los cantes de ida y vuelta, los cuales tienen su origen en la música popular hispanoamericana. Estos palos surgen de los estilos que llegaron a América gracias a los inmigrantes españoles. Se transformaron allí y al regreso de los inmigrantes, se convirtieron en los palos que conocemos hoy en día. Algunos ejemplos son las milongas, las colombianas, las rumbas, las vidalitas o las guajiras.
Y, por supuesto, hay que tener en cuenta que esto son solo categorizaciones que ayudan a entender los palos. Por ejemplo, un fandango sería un cante chico, pero si quien lo canta consigue que se te desgarre el alma, de alguna manera digo yo que sería un cante grande. Al final todo depende de la emoción con la que se cante.
¿Qué es una peña flamenca?
Otra de las dudas que me surgieron durante el blogtrip «El flamenco es mucho más» llegó al visitar la primera peña flamenca de nuestro recorrido. Y es que, aunque vagamente podía entender qué es una peña, no tenía la definición muy clara en mi cabeza.
Una peña flamenca podría ser similar a lo que aquí en el País Vasco llamamos un txoko, solo que en vez de juntarse todos únicamente para comer, los socios de la peña se juntan alrededor de una pasión común: el flamenco.
En resumen, una peña es una asociación de aficionados del flamenco que se reúnen en un local y organizan distintos eventos y dinámicas. Las peñas nacen alrededor de los años 50 en forma de grupos informales de aficionados que se juntan para organizar tertulias.
Con el paso de los años estas tertulias se formalizan, originando las peñas flamencas, asociaciones en donde existe la figura del presidente y la necesidad de pagar una cuota para ser parte de la peña y así poder mantenerla. Normalmente las peñas tienen una pequeña barra de bar en la que venden bebidas durante los eventos. De esta forma, pueden permitirse pagar a los artistas que vienen a la peña.
Las peñas juegan un papel muy importante en la supervivencia del flamenco. Además de organizar tertulias, eventos de cante y baile y apoyar la cultura flamenca, hacen de cantera para los cantaores. Las peñas ofrecen una oportunidad a los jóvenes que quieren dedicarse a la profesión, quienes empiezan actuando en las peñas antes de dar el salto a los tablaos o a otro tipo de espectáculos.
En definitiva, las peñas son como el reducto del flamenco puro. El lugar en el que el flamenco permanece auténtico, respetando los cánones tradicionales, con un cante en vivo, acompañado solo por una guitarra española y una afición que sepa escuchar y valorar.
Entonces, ¿qué es el flamenco?
Ahora que ya sabemos de dónde proviene el flamenco, cuáles son sus tres pilares o facetas fundamentales, qué es un palo flamenco y qué es una saeta, qué es una peña flamenca y un poco del contexto general, parece que ya tenemos una imagen más clara de qué es flamenco.
Aun así, durante todo mi recorrido por la provincia de Sevilla fui preguntando a todo aquel que me cruzaba sin importar si tenía relación con el flamenco o no, qué es el flamenco y, para mi sorpresa, cada respuesta fue única.
Obtuve un buen número de definiciones, algunas más sencillas, otras más complejas. Algunas desde el punto de vista artístico o sociológico. Otras más instintivas, nacidas del puro sentimiento que el flamenco suscita entre sus personajes y aficionados. Así fue como fui descubriendo que, además de todo lo mencionado, el flamenco es:
El flamenco es arte y cultura:
Sí, el flamenco es un arte, es cultura, pero no solo en la expresión que tiene en el cante, el toque o el baile. El flamenco también puede ser poesía como nos demostró Luisa, una poeta que vive en una de las casas cueva de Alcalá de Guadaira.
Luisa no canta, ni toca ni baila, pero en sus versos construye todo el imaginario flamenco, el sentimiento que le evoca, las historias que de él nacen y los personajes que le dan forma. En su terraza tuvimos la oportunidad de que nos recitara algunos de sus poemas.
Los gitanos se han reunido en el postigo del arrabal,
para hacer unas candelas
y a Manolito el de María escuchar cantar.
El flamenco es una expresión, un sentimiento:
Otra de las respuestas que más recibí durante mi paso por la provincia de Sevilla fue que el flamenco es un sentimiento. El flamenco se siente, te eriza la piel. Te llega a lo más dentro del alma, del estómago y del corazón. El flamenco es una emoción, una expresión de los sentimientos propios hecha arte, hecha música, hecha cante, toque y baile.
Como me fueron diciendo «el flamenco es una expresión del arte, es un sentimiento, es una forma de vivir». Es «la inspiración del momento». «Es una expresión de este pueblo, el sentimiento de mucho tiempo de trabajo, de lucha de un pueblo y que se expresa desde lo más hondo, lo más jondo.»
Es «esa expresión que crea un sentimiento de libertad muy profundo», «es arte, es sentimiento. Es muchas cosas juntas. Es algo que nos sale».
El flamenco es tradición, es historia:
Otra de las respuestas que más se repitieron es que el flamenco es tradición, es historia, es una forma de memoria. Y, además, al ser un arte popular, cuenta la historia de la gente más humilde, de aquellos que habitualmente han estado olvidados por la historia convencional.
Como me explicó Aldara Arias de Saavedra:
El flamenco es memoria, historia y tradición. Es cómo se ha ido conservando la historia de un pueblo, de una comunidad, de sus movimientos migratorios, de su situación de vida, de sus historias personales. Es una memoria colectiva que se canta y se baila, que tiene ritmo y por lo tanto te transmite un sentimiento hasta cuando no entiendes palabra por palabra. Una memoria que es suficiente para trasladarte en el tiempo y comprender cómo ha sido la vida en esta región de España a través de distintos siglos y con diferentes avatares.
ALDARA ARIAS DE SAAVEDRA
El flamenco es una identidad, es la gente, la vida en la calle:
Otra de las cosas que he podido comprobar en mi viaje es que el flamenco es una identidad. Una puede sentirse flamenca, ser flamenca. El flamenco no es solo la puesta en escena, es todo el contexto que lo rodea. Es la gente que lo integra, no solo el que canta, toca o baila. También es el aficionado que lo disfruta, el que lo acompaña tocando las palmas.
El flamenco son las reuniones familiares, la identidad que se pasa generación a generación. Es una forma de sentir y también una forma de vivir. Es parte de la cultura popular, de la identidad colectiva. Incluso quien no es aficionado al flamenco lleva algo de flamenco en la piel, en la forma de sentir, de vivir y de entender.
El flamenco son los patios, las veredas, las tardes en calles estrechas:
El flamenco es algo que se escucha, que se siente y que se ve en las calles del sur, en los patios de vecinos, en las veredas mientras cae la tarde, en las calles estrechas, en las terrazas y las azoteas. Es algo que se vive de puertas adentro y de puertas afuera.
Y es que si algo me ha quedado claro después de este viaje al flamenco es que no hace falta entender qué es ni conocer todos sus palos ni saber identificarlos. El flamenco es algo que se vive, que se siente. Es algo que se transpira en los poros, que se lee en los rostros de quien te habla, te muestra, te enseña.
Es algo que se puede disfrutar en una peña, en un tablao, en un bar, en un escenario o en cualquier esquina improvisada en donde haya alguien capaz de poner la voz y la garganta, en donde haya unas palmas o una guitarra.
ℹ︎ INFO ÚTIL
✈️ VUELOS: encuentra las mejores ofertas de vuelos a Sevilla en SkyScanner.
🏠 ALOJAMIENTO: puedes buscar en Booking o en AirBnb. Además si lo alquilas desde este link tienes 50€ de descuento.
🧳 EXCURSIONES: échale un ojo a todas las visitas y excursiones de Civitatis.
🚗 TRASLADOS: contrata tu traslado desde el aeropuerto a tu alojamiento con antelación.
🚑 SEGURO: no corras riesgos, viaja con seguro de viajes. Te recomiendo Chapka o IATI Seguros, con quienes además si contratas desde este link tienes un 5% de descuento. Si aún no sabes cuál elegir no dejes de leer la comparativa Chapka vs IATI Seguros.
Y para ti ¿qué es el flamenco? Te espero en los comentarios para que me cuentes qué significa para ti, qué es o cómo lo sientes. Si has tenido la oportunidad de vivirlo y sentirlo en directo o si te gustaría hacerlo.
Y ya sabes, si te a gustado el post, échame una mano compartiéndolo en tus redes sociales.
Un abrazo,
Y si quieres leer más sobre España o sobre Andalucía no te pierdas los siguientes posts: