Llegar por fin al aeropuerto, después de tres días de espera y sufrimiento debido a mi vuelo sujeto a disponibilidad y al fin de la temporada de vacaciones en Argentina. Encontrar a Marinito esperándome con un alfajor y mucho amor. Abrazarnos infinitamente con mochilas incluidas una a cada lado de la cuerda de separación, con tanto amor que la policía vino a abrirnos la cuerda para que nos abrazásemos a gusto. Llegar a Capital gracias al papá de Pablo, el chico argentino que conocí en el aeropuerto de Ciudad de México. Una vez en Capital, agarrar el bus 44, bus que agarraría multitud de veces los días siguientes. Llegar a la casa de las Chicas, rencontrarme con Anita después de más de tres años sin vernos. Conocer al gnomo hipster del jardín. Duchita y activación, estoy por fin en grandiosa compañía en un nuevo país por descubrir.
Digamos que no he conocido mucho Buenos Aires, o no al menos las típicas cosas que se supone que debes ver; no fui nunca al Obelisco, por ejemplo. Sin embargo, Buenos Aires me ha dejado un gran sabor de boca, me he encontrado con viejos amigos y he conocido a grandes personas que le han dado a mi estancia en la ciudad, un sabor dulce y amable.
Gracias a Ana Wolpowicz, artista argentina, pude participar en el mural que hicimos en el hospital Tornu. Gracias a ella, fui también a mi primer asado. Noches de terraza, música y ferné. (Si quieren quedar bien con un argentino, nunca lleven Ferné Imperio, llevá Ferne Branca. Acabarán tomando Imperio igual, pero te mirarán medio mal). Además, notarás los malos efectos a la mañana siguiente, pero bueno, todo en esta vida es una experiencia más.
Los planes en Buenos Aires fueron bastante variopintos. Después de una noche de ferné, nos levantamos a buscar palés en la basura. Limpiamos el jardín y activamos el power femenino.
Instalación urbana involuntaria: el contenedor selvático.
También fuimos a la celebración del año nuevo en el barrio chino, aunque para variar en nuestros planes, llegamos tarde y ya no quedaba demasiado por ver. Aún así dimos una vuelta por la feria que habían montado, comimos algo y luego nos fuimos a Almagro, la zona de bares de onda en la ciudad. Si quieres tomar algo la noche del sábado no lo dudes, es un buen lugar.
Los Melona son unos helados que venden en el barrio Chino. Los más famosos son los que tienen sabor a melón. La verdad es algo que merece la pena probar, están riquísimos.
El domingo fuimos a San Telmo, uno de los barrios más antiguos de la ciudad. Los domingos hay un mercado de artesanías y antigüedades y eso íbamos a buscar. Yo quería unas postales, pero de nuevo llegamos tarde y ya todos los puestos estaban, sino cerrados, a punto de cerrar. Aún así en algún puesto a Marina le intentaron ligar. (No se pierdan la mirada ligadora de la foto).
Cuando ya pensábamos que la salida había sido un fracaso, que realmente habíamos llegado demasiado tarde, nos encontramos un Candombe (el candombe es una manifestación cultural de origen negroafricano) y al ritmo de la música los empezamos a seguir.
De casualidad en el Candombe Ana se encontró con unos amigos que conocían una peña, así que acabamos todos finalmente bailando Chacarera. La Chacarera es una danza folklórica tradicional de Argentina que personalmente me gustó mucho, me recordó un poco a la jota española. Al igual que la jota se baila en pareja (y en grupo), ejecutando rondas y vueltas. En algunas canciones también usaban un pañuelito para bailar. Yo bailé (o al menos lo intenté).
La verdad es que la pasamos rebién. Bailamos, bebimos, comimos y nos reímos mucho. No importó que llegáramos cuando todo estaba cerrado, pudimos bailar y conocer la chacarera y eso hizo que me lleve de San Telmo un grato recuerdo.
Durante el paseo también tuvimos la oportunidad de ver gente bailando tango en la plaza.
El martes también tuvimos plan local. Fuimos a la pileta para huir del calor y estuvimos como reinas. Comidita, limonada bien fría y bañito. ¿Qué más se puede pedir?
Luego Marina y yo fuimos a encontrarnos con otra vieja amiga que también anda viajando con su novio. Son una parejita bien linda. Si alguien tiene la suerte de conocerlos y alojarlos durante su viaje, no se arrepentirán, tienen mucho que enseñar. Con ellos nos encontramos en Palermo Viejo. Estuvimos ahí un rato hasta que llegó el chico de couchsurfing que los iba a alojar esa noche. Marina y yo tiramos hilos y los invitamos a todos a un asado al que nos habían invitado a nosotras en la noche. Y los hilos funcionaron, terminamos todos de asado en Acebedo, hablando de viejos y nuevos encuentros.
Yo un día me fui a Puerto Madero, pero tampoco como turista, sino a ponerme la vacuna de la fiebre amarilla. Si alguien anda viajando y la necesita, que sepa que te puedes ir ahí con tu pasaporte y te la ponen en el momento, completamente gratis:
● Para llegar tienes que ir primero a la estación de trenes de Retiro (ahí podrás conocer lo que es una Villa). Una vez en Retiro sales por la puerta principal y enfrente salen los buses número 20. Le dices al chofer que te baje en Av. Ingeniero Huergo. Solo tienes que caminar una cuadra y llegas a un pequeño edificio que es Sanidad de Fronteras. Presentas tu pasaporte y en pocos minutos sales vacunado y con tu papelito amarillo. Listo. Totalmente gratuito.
Y bueno, en Puerto Madero conocí el famoso río de la Plata y su abundante caudal. Me quedé con ganas de conocer el cementerio de Recoleta, pero bueno, será para la próxima (que seguro que la habrá). Me quedo con ganas de volver, Buenos Aires es una ciudad que, a pesar de su gran tamaño, se me ha hecho fácil, en el mejor de los sentidos. He podido conocer mucho de la vida local y eso es lo que da magia a una ciudad. Para la próxima no me pierdo las clases de acrobacia y las clases de swing. La verdad no me importaría vivir un rato por ahí, compartir una casita y ser una más en la ciudad, hacer del domingo de asado ley y simplemente disfrutar.
No estuve en el Obelisco, pero en cambio sí en la Warnes. El Barrio conocido por ser lugar de venta de repuestos de autos, accesorios y autopartes.
8 comentarios en «Buenos Aires | El principio del camino»
Buenas Andrea, llegué a tu blog por casualidad y me encanta!
Siempre empiezo leyendo post de lugares que me conozco para ver si quien escribe hace turismo o viaja. Ya sabes que no todo lo que dicen las guías que «tienes» que hacer, muchas veces es lo menos típico, así que poco te perdiste de ir al Obelisco y en cambio, descubrir Warmes es toda una aventura. De todas formas regresa a Baires y visita Jean Bares, la calle Sarmiento y pasea por la zona «modernista» de Rivadavia. Contempla la fuente de las Nereidas (y lee su historia) o entra en el Palacio San Martin o la visita a la Casa Rosada. Lo bueno de Capital es que puedes hacer un dia entero gastando solo para comer (incluso el transporte es gratis con las Bicis). Podría seguir y seguir porque es una ciudad impresionante para vivir (más que para visitar) pero para no extenderme te dejo mi contacto:
Fuet i Mate
Igual podemos hacer un intercambio de post con nuestra experiencia en Baires de vivir y la tuya de viajera.
Saludos
Ares
HOLA SI VOY POR TIERRA A LAS CATARATAS DE IGUAZU CUANTO ME DEMORARIA EN LLEGAR GRACIAS SOY GABY
Gaby! Si no me dices tu punto de partida no puedo adivinarlo! Si eres de Buenos Aires y vas en tu propio auto son unas 16h. Yo para hacerlo a dedo tardé un día y medio.
Te recomiendo usar la aplicación Google Maps. Puedes poner tu punto de destino y de partida y Google Maps te calcula la ruta más corta y te dice cuánto tiempo y kilómetros son.
Un abrazo!
Andrea! Me alegra mucho que hayas podido disfrutar mi ciudad y más feliz me pone que hayas descubierto mi barrio y sus fantásticos bares!!! =)
Probaste el mate? Ya leí que el Ferné te gustó!
Cariños!
Paula! La verdad es que tu ciudad me encantó, me he quedado con muchas ganas de volver. Y sí, probé el mate, pero lo tomaban demasiado caliente para mí y me quemaba los labios! jaja Te mando abrazos!
me encantó tu reseña de nuestra ciudad, que emocíon! espero que vuelvas pronto y nos crucemos para seguir tus recorridos! (me encantó la foto de Warnes) jaj Abrazosss
Meli!! Ais, me hubiese encantado poder rencontrarnos en BA, la verdad es una de las muchas cosas que me han quedado pendientes en mi corta visita. Me consuelo con un hasta la próxima, que seguro que la habrá. Que bueno que te haya gustado la reseña =) Abrazos!
Andre, eres una genia!!!!!!Queremos que vuelvas!!!!!!!Maravillosa actualización y recuerdos liiiiiiiiiiiindos, vuelve andre, vueeeeeelve!!!!!