¿Pensando en viajar por California? Si en tu check list de viajes por hacer está un viaje por carretera por los Estados Unidos, no te pierdas la experiencia que vivimos Marina y yo viajando a dedo desde San Francisco hasta Redding. Un intenso día de calor, esperas, kilómetros, conversaciones y anécdotas.
ANÉCDOTAS DE UN VIAJE POR CARRETERA
Ya no recuerdo qué día de la semana era ni la hora exacta a la que nos despertamos, pero recuerdo el pequeño apartamento de Jose, el chico que, durante un par de días, nos estuvo alojando. Recuerdo la hamaca en la esquina y la cama que durante ese par de días compartimos Marina y yo.
Y vuelvo, vuelvo y nos veo recogiendo nuestras mochilas, desayunando con Jose antes de cargárnoslas a la espalda y salir a la calle, con el Maps.me abierto en el móvil para orientarnos. Y la entrada del metro, el ticket azul y blanco que compramos y que nos llevó después de unos 40 minutos de metro a las afueras de San Francisco, a aquella estación de la que salimos caminando con las mochilas a la espalda a pesar del calor.
Ese momento en el que una parte de mí pensaba que una buena idea hubiese sido alquilar un auto, para no sufrir el calor, ni las esperas. Para poder viajar por carretera por California a nuestro propio ritmo, poniendo nuestras canciones favoritas para amenizar el camino.
Pero vuelvo, vuelvo a ese momento y os lo cuento. La estación, el tren que se va y nos deja ahí, en algún lugar de las afueras que no conocemos y donde se supone que cerca –o eso dice Internet– hay un buen lugar para empezar nuestra ruta a Redding en autostop. Pero salimos, salimos y hay una plaza en la que el sol achicharra los bancos, el par de árboles que aguantan bajo el calor. Y un puesto en donde compramos agua antes de pararnos de nuevo a la sombra a mirar el mapa y ver dónde carajos podemos ponernos a hacer dedo.
Miro en el mapa las carreteras alrededor. Ningún cruce parece bueno así que elijo el que me parece mejor y nos ponemos en marcha bajo ese sol abrasador. Pasamos una urbanización, carreteras que no sabemos a donde van y en la que los «trucks» avanzan a sus anchas. 20 minutos después, ya sudadas, llegamos al inicio de un puente en donde la carretera tiene solo dos carriles y aunque no es el mejor lugar para levantar el pulgar decidimos probar suerte, así que dejamos las mochilas en el suelo y nos ponemos en postura.
No recuerdo cuánto tiempo pasa, pero finalmente una señora para y nos subimos en su «track» un minuto después de que nos haga espacio en el caos de cosas que tiene en el coche tiradas. Una vez dentro, empieza la conversación. Yo voy delante y para nuestra suerte, la señora habla un poco de español ya que su marido es de algún lado de Latinoamérica.
Es un corto trayecto que nos deja en una gasolinera cargadas con dos nuevas botellas de agua para el resto del camino y es ahí, en esa gasolinera donde el segundo coche para. Esta vez un señor de unos 50 años que viaja por trabajo y con el que hacemos una parada en una de esas tiendas de carretera donde nuevamente nos agasaja con otras dos botellas de agua a pesar de que nosotras insistimos en que no queremos nada.
El señor no habla mucho y nuestro inglés no es el mejor pero conseguimos avanzar camino hasta llegar a Vacaville, un pueblo que no podemos evitar que nos haga gracia por ese nombre que en español sería algo así como «Villa de vacas». Nos paramos un poco antes de la gasolinera en donde nuevamente dejamos las mochilas en el suelo y nos disponemos a hacer autostop.
De Vacaville hasta Redding
Esta vez nos para un chico joven. Baja la ventanilla y nosotras le preguntamos si va a Redding o si al menos nos puede acercar. Dice que sí y subimos al coche. Una vez dentro nos explica que no va hasta Redding pero que no tiene mucho que hacer y que nos lleva igualmente, pero que primero tiene que pasar por casa, así que conduce hasta un pequeño barrio en donde para el coche y nos deja ahí, esperando en la calle. Marina y yo cruzamos dos miradas cómplices y algo alarmadas. Hay un niño jugando en la calle con un triciclo. Nos preguntamos si nos va a raptar o si solo es un poco raro, pero quedamos en estar tranquilas y esperar, a ver qué pasa.
No sé cuánto tiempo esperamos. Quizás 10 minutos, quizás 15, quizás 20. No tenemos Internet y seguimos hablando de lo que pueda pasar. De si esto es o no normal y si viajar con él o no a Redding, de si parece un buen chaval o si tiene cara de psicópata, la cara de alguien que te puede raptar. Pero mientras seguimos dilucidando, el chico vuelve y volvemos a la carretera, con la radio de fondo amenizando nuestra conversación a trompicones.
De nuevo voy delante, en el asiento de copiloto. Marina viaja cómodamente atrás y siento que recae en mí la responsabilidad de amenizar la conversación y hacer lo más ameno posible el resto del camino.
De pronto empieza a sonar «Fast car» y yo sonrío, el chico sonríe mientras sube el volumen de la radio con la mano derecha y yo empiezo a grabar para tener un recuerdo de ese momento, de la belleza que nos rodea a ambos lados de esa recta carretera en la que el paisaje se va sucediendo a gran velocidad y la sombra del coche nos acompaña a la derecha, siguiéndonos a nuestra misma velocidad.
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David, se llama David y según vamos avanzando, seguimos hablando y descubrimos un poco más de su historia. Ahora se dedica a estudiar, pero estos días está de vacaciones. Estuvo en la guerra de Afganistán, apostado a las puertas de los hoteles, aquellos en los que se alojaban los periodistas, la prensa. Y noto que nos lo cuenta con orgullo, con el orgullo de quien sabe o cree que hizo algo bueno, que estuvo protegiendo. Que su labor era esa, proteger a la prensa de posibles ataques en una guerra de la que mejor no hablar, para no empañar la buena experiencia que aquí quiero contar.
Y seguimos hablando y nos pregunta cuál es el código telefónico de España. Marina y yo le explicamos que es +34 y vuelve a contarnos con el mismo orgullo que el código telefónico de los Estados Unidos es +1, porque fue el primer país en tener líneas. Y yo sonrío por no estallar en carcajadas porque me parece tan suigéneris como absurdo el comentario.
Pero el viaje transcurre placidamente y amenamente y kilómentro a kilómentro, vamos avanzando camino a Redding, en donde se supone que nos espera Lois, el que será nuestro couch durante los próximos días si todo sale como lo hemos planeado, que por ahora parece que sí.
Y aunque la sombra del coche ya no nos acompaña, no puedo dejar de pensar en cuánto me gusta viajar así, por carretera, avanzando siempre por tierra, viendo al otro lado de la ventanilla los cambios del paisaje, los cambios de luz. Apreciando las pequeñas diferencias, pasando a lo largo de los pequeños pueblos y las ciudades más grandes, haciéndome un mapa mental de lo que vamos recorriendo. De las distancias, de los acentos.
Y mientras la noche empieza caer, Redding queda cada vez más cerca y nosotras seguimos practicando nuestro oxidado inglés. El viaje se hace corto y llegamos a Redding, a esa recta carretera rodeada de tiendas y cafés. Y David nos deja en un Starbucks donde se ofrece a esperar con nosotras en lo que llega Louis, pero le decimos que no hace falta, ya que ahora le toca el camino de vuelta. Así que después de un gran abrazo y de repetirle muchas veces lo agradecidas que estamos, David de va y nosotras aprovechamos el wifi del café en el que nos ha dejado para escribir a Louis.
Y es que lo mejor del viaje aún está por comenzar. Pero de nuevo la carretera nos ha dado una nueva experiencia, de nuevo ha sido un acierto levantar el pulgar, ir recorriendo cama metro, cada kilómetro, poco a poco. Avanzando al ritmo de las ruedas, por carretera.
¿Quieres viajar por California en coche?
Nosotras viajamos a dedo, pero si no te animas y aún así quieres vivir la experiencia de viajar por California en coche, una buena opción es alquilar un auto con Avis, una de las empresas con más cobertura y servicios, no solo en Estados Unidos, sino a nivel mundial.
Nosotras viajamos desde San Francisco a Redding a dedo, por la carretera Interstate 505, pero un buen viaje que me quedé con ganas de hacer en mi último viaje a California frustrado sería desde San Francisco hasta los Ángeles o al revés, de los Ángeles hasta la ecléctica San Francisco.
Como seguro habrás oído alguna vez, otra ruta muy famosa es la Ruta 66 (Rte 66), pero casi cualquier zona de los Estados Unidos es buena para hacer un viaje por carretera.
INFO ÚTIL PARA TU VIAJE A USA:
✎ Vuelos: si necesitas volar te recomiendo comparar las mejores ofertas de vuelos en Skyscanner.
✎ Alojamiento: lo mejor para encontrar alojamientos es buscar en Booking donde puedes encontrar todo tipo de alojamientos a muy variados precios. Otra opción si quieres estar más a tu aire es reservar Airbnb donde además tienes 25€ de descuento desde este enlace.
✎ Seguro de viaje: la sanidad en Estados Unidos es carísima así que si te pasa algo y no tienes seguro de viaje, te vas a arrepentir. Te recomiendo viajar con el seguro de viaje de Chapka si eres de Europa o sino contratar los seguros de viaje de IATI SEGUROS.
Y tú, ¿has hecho un viaje por carretera en los Estados Unidos? ¿te gustaría viajar por California en coche o autostop? Cuéntamelo todo en los comentarios. Las rutas que has hecho, las que te gustaría hacer, qué tal ha sido tu experiencia alquilando una moto o un coche en USA o todo lo que te apetezca. Aunque a veces tarde, siempre contesto ;)
Un abrazo,
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Y si quieres leer más artículos sobre California o los Estados Unidos para preparar tu viaje te dejo algunos de los mejores posts del blog:
- Itinerario: qué visitar en San Francisco en 4 días (+ video)
- 10 cosas que hacer y que ver en los Ángeles | Me voy de viaje.
- Lo que no sabías del Museo de Arte Metropolitano (el MEC) en Nueva York.
- Escritos de bolsillo desde Oregón.
PD: este artículo es un artículo patrocinado. Aún así, la experiencia relatada es totalmente real. Además, algunos de los links que aparecen en este post sobre viajar por California son links de afiliado. Eso quiere decir que yo me llevo una pequeña comisión por cada venta que me ayuda a poder seguir viajando y compartiéndote mis recomendaciones y a ti los productos te cuestan lo mismo y si las recomendaciones están ahí, es porque creo que te pueden ayudar en tu viaje.
3 comentarios en «Anécdotas de un viaje a dedo en California»
Hola.
Me ha interesado mucho tu blog, creo que es importante conocer el lugar que quieres visitar, pero es increíble poder leer sobre los lugares maravillosos que tiene cada país y querer conocerlos, también es importante los datos que proporcionas para el alojamiento y demás.
Espero y puedas seguir escribiendo sobre mas lugares en América.
Muy buen post. Eres genial. Igual algún día necesito alguna creación. Sin duda hablaré contigo. Saludos!!
¡Qué alucine de viaje!. Me ha encantado el artículo y tomo nota de vuestro blog.
Gracias y un saludo.