Bienvenida (o bienvenido, ya sabes que acostumbro a hablar en femenino pero que aquí nadie está excluido) a este desafío creativo #30díasdedibujo en el que te propongo formar parte de este pequeño reto: 30 días de dibujo, 30 días dibujando. 30 dibujos.
De cualquier tipo, sin juicios, sin expectativas, sin bien o mal. 30 días dibujando sin parar en los que no importe el resultado, sino sólo el proceso de dibujar y el hábito. Y si no mira qué portada he hecho para el post ;) No me digas que el nivel está alto.
¿Cuál es el objetivo de este desafío creativo #30díasdedibujo?
El objetivo de este desafío creativo, de estos 30 días de dibujo, no es crear obras de arte, sino volver a convertir el dibujo en parte de nuestra cotidianidad, de nuestro diario, como cuando éramos niñas y dibujábamos sin preocuparnos de si estaba bien o mal. Sólo por el placer de dibujar, por ese momento propio, ese rato en el que sólo concentrarnos en el próximo trazo y no en el resultado.
Y voy a escribir con sinceridad y desde adentro, igual que quiero que sea este desafío creativo de #30díasdeƒdibujo. Iba a escribir un post bien organizado, con una introducción, con las ventajas que ofrece dibujar y con las «reglas» con las que trazar este desafío creativo, pero siento como al hacerlo pierdo frescura y se me escapan las ganas, como me pasa cada vez que trato de hacer algo cuadriculado, bien organizado.
Este desafío es para disfrutar, para disfrutar dibujando.
Para disfrutar de ese rato con nosotras mismas, así que voy a escribir de igual modo, dejándome llevar, sin reglas, sin esquemas, sin buscar la perfección en el resultado final. Haciendo lo que me sale de dentro, siguiendo el impulso que me pide el cuerpo.
Este desafío, como debería ser todo en la vida, se trata de disfrutar. No quiero que haya debos, ni deberías, ni frustraciones que al final nos bloquean, nos paralizan. Esas que hacen que perdamos el disfrute por las cosas, por los placeres sencillos, por hacer las cosas por sí mismas, sin esperar más allá de ellas, sin concentrarnos por el resultado, por el cómo quedará, por el si funcionará.
En este desafío todo eso se queda fuera y aunque voy a tratar de seguir al máximo el esquema, al mismo tiempo lo voy a dejar de lado, porque es justo eso por lo que dejé de dibujar, por lo que dejo de hacer muchas cosas y quiero que en este desafío, todo eso se quede fuera.
Quiero que este espacio sea un espacio para el disfrute. Así, en negrita y como comienzo de frase. Y esa va a ser la máxima de este desafío. Porque ya vale de tanto prejuicio, de tanto cliché, de tantos esquemas, de que todo tenga una función externa, un por qué fuera de sí mismo.
Como si siempre estuviéramos corriendo una carrera hacia alguna parte que no es hoy, ni lo que estamos haciendo. Siempre con metas, siempre con logros por cumplir, siempre aspirando algo más. Siempre impidiéndonos disfrutar del momento, de lo que tenemos, de estos minutos que se nos escapan entre los dedos mientras estamos pensando en todas esas otras cosas que deberían llegar, que nos empeñamos en proyectar.
Mi relación con el dibujo y el por qué de este desafío de #30díasdedibujo:
Y os voy a contar. Os voy a contar mi relación con el dibujo por si sirve de ejemplo o por si alguna se siente identificada. Y no, no se trata de que yo haya estudiado Bellas Artes y en algún momento de mi vida el dibujo fuera mi existencia. Se trata de cómo por esa frustración y eso que siempre está por llegar dejé de dibujar, dejé de hacer una de las cosas que más disfrutaba, angustiada porque mis dibujos no eran todo lo buenos que debían, porque mis dibujos no me catapultaban a ese lugar al que quería llegar.
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Y es que lo reconozco, ya no dibujo como antes, como cuando dibujar era para mí tan necesario como respirar, cuando con el lápiz me expresaba y como en un espejo me miraba. Dibujar para mí no sólo era una forma de matar el rato o de hacer algo bonito sino que era una necesidad, una forma de expresión, un espejo en el que mirarme, en el que reconocerme, en el que verme y en el que aprender de mí misma y de mis trazos, de todo lo que tenían para contarme, de todo lo que esas líneas o esas manchas me decían.
Dibujar siempre ha sido parte de mi esencia, desde que soy pequeña, desde que mi madre me llevaba a sus clases de pintura y con los óleos pintarrajeaba. Dibujar siempre ha sido parte de lo que soy, una forma de ser en sí misma.
Miro mis libretas viejas, mis agendas y todas están llenas de pequeños dibujos es sus esquinas, de dibujitos que iba haciendo mientras el profesor nos daba la lección.
También recuerdo los autorretratos en el espejo, ese tiempo en el que me concentraba en mirarme a mí misma, en mirar mi rostro y retratar lo que había en él, a veces de forma realista, a veces de maneras más expresionistas, expresando un estado de ánimo, una emoción.
Luego dibujar y pintar se convirtió en mis estudios y no había día y casi que ni hora en la que no se me encontrase con un lápiz o un pincel entre las manos, haciendo los ejercicios que nos mandaban o simplemente rellenando libretas personales de textos y dibujos, de líneas y manchas, porque a veces eran sólo eso, líneas y manchas.
Como la temporada en la que estuve dibujando espirales casi que de forma obsesiva. Esa temporada en la que cogía el lápiz sin una idea preconcebida, queriendo dibujar solo de forma automática y al final, todas las líneas terminaban confluyendo en una espiral que lo llenaba todo, que llenaba la página, que era la protagonista de mis obras, de mis libretas.
Pero como decía un par de párrafos más arriba, ya apenas dibujo, lo reconozco. Desde que abrí este blog e ido paulativamente dejando de dibujar. El hecho de estar de viaje ha tenido mucho que ver, por supuesto, al final no tener una mesa y mis herramientas para dibujar hace que haya que echarle muchas más ganas al asunto. Pero va más allá de eso. A pesar de que Lápiz Nómada nació como un blog de arte y viajes, el viaje ha ido ganando espacio y aunque ese enfoque creativo sigue existiendo, los contenidos viajeros han ido ganando lugar y han hecho que mi vida empiece a girar más alrededor de los viajes que del arte, como giraba antes.
Por supuesto sigue habiendo un enfoque creativo en mucho de lo que hago y trato de trasparentarlo al máximo. En el relanzamiento del blog incluso quise darle un apartado propio a la parte creativa, dividiendo el blog en dos: Lápiz por un lado y Nómada por otra, pero la de Nómada pesa mucho más y los contenidos que predominan son los viajeros. Y sí, me encanta viajar, voy a seguir haciéndolo, voy a seguir escribiendo sobre viajes y recorriendo el mundo para conocer nuevos horizontes. Pero quiero recuperar esa parte creativa, volver a hacerla parte de mi día a día.
Dibujo que formó parte del desafío creativo Sweet Project que inspirada por Maga traté de hacer en 2016
Por eso he decidido crear este desafío creativo: 30 días dibujando, 30 días dibujando sin descanso para conseguir que dibujar vuelva a convertirse en un hábito. No me importa la calidad de los dibujos ni el resultado, lo que quiero es volver a dibujar, que dibujemos. Aunque sea un pequeño dibujo diario. La intención no es crear obras de arte, que va. La intención es volver a dibujar porque como me decía un amigo, dibujar es una forma de pensar.
Ventajas de dibujar
1. Dibujar es una forma de expresión:
Cuando dibujamos, nos expresamos. Es una forma de ser conscientes de nuestros pensamientos, de nuestros estados de ánimo, de todo lo subconsciente que pasa por nuestra cabeza. El dibujo es un medio de expresión, una forma de comunicación. Es un canal en el que hablarnos a nosotras mismas, en el que escucharnos, en el que plasmar todo eso que tenemos adentro y que a veces ni siquiera con las palabras somos capaces de expresar.
2. Dibujar ayuda a relajarse:
Cuando te concentras en una línea, en una mancha, en una forma, te olvidas de todo lo demás. De todos los problemas y pensamientos que se pasan el día rondándote la cabeza y agobiándote. De todas las cosas por hacer, de todos los debos y los deberías. Dibujando entramos en un estado de concentración que nos ayuda a relajarnos y a afrontar el resto de nuestros retos diarios con mucha más calma, concentración y creatividad.
3. El dibujo es una forma muy potente de autoconocimiento:
Dibujar no sólo da una tremenda satisfacción personal sino que es un espacio para el encuentro. Para el reencuentro con nosotras mismas y nuestro mundo interior. Nuestros ángeles y nuestros demonios, nuestras emociones enquistadas. Porque cuando te permites dibujar sin preocuparte del resultado y cuando te das ese espacio a diario, al final sale todo y de esta forma, se convierte en una herramienta muy potente de introspección.
Porque repito, cuando dibujamos, si lo hacemos sin esperar de ese dibujo nada más que el placer de dibujar, bajamos nuestras defensas y somos capaces de permitirnos expresarnos con sinceridad. Y de esta forma, todo sale, todo se trasluce, nuestros miedos y fantasmas. Porque a veces, aquello que no se puede decir sí se puede dibujar. Como cuando yo no dejaba de dibujar espirales.
4. Dibujando creamos nuestro mundo particular:
Dibujar es casi una forma de terapia, bueno, sin el casi, que por algo existe la arteterapia. Al dibujar entramos de lleno en nuestro mundo propio, creamos un mundo particular. Cada una tenemos nuestra propia manera de dibujar. Y es que con el dibujo se crean mundos propios, se entra en un espacio propio de la realidad en la que tenemos la libertad de expresarnos –siempre y cuando nos demos la libertad de dibujar sin preocuparnos por el resultado–.
Dibujar, como escribir en un diario, nos da un espacio propio en el que crear nuestros propios mundos y dejar salir muchas de las cosas que tenemos dentro. Darle forma a nuestras emociones y pensamientos.
5. Dibujar ayuda a explotar nuestra creatividad:
Esta es clara. Cuando dibujamos nuestra creatividad crece exponencialmente. Quizás los primeros días, con los primeros dibujos, te cueste. Seguramente querrás hacer un dibujo bonito y puede que hasta te frustres. Pero si dibujas sin pensar, sin proyectar el resultado antes de empezar, verás como poco a poco tu creatividad crece y se hace cargo y poco a poco va aumentando. Esto no sólo te ayudará a la hora de dibujar, sino en el resto de tu vida. Serás capaz de encontrar soluciones más creativas a todos tus retos y problemas.
6. Dibujar también ayuda a focalizar:
Para mí es casi como una forma de meditación. Me ayuda a concentrarme en el momento presente, a desechar todos esos pensamientos que a veces no me dejan descansar. Una se concentra en la línea o en la mancha que está haciendo sin pensar en nada más. Por esto mismo reduce el estrés y ayuda a relajarse. Lo importante es sólo el momento presente. No existe más angustia que la realización del trazo que tenemos entre manos. Dibujar es como repetir un mantra que aleja de la ansiedad y sirve para concentrarse en una sola cosa y alejar otros pensamientos.
De hecho una forma de terapia que últimamente se ha vuelto bastante conocida, como pintar mandalas, que ahora está en plena moda, es el zentagle. Tangle en inglés significa «maraña, enredo, embrollo». Por eso como Zentagle se conoce a un método de meditación artística, una forma de dibujar abstractamente con patrones repetitivos y tinta negra sobre papel blanco que ayuda a encontrar tranquilidad, concentración, intuición y crecimiento personal.
Se practica en un soporte que no tenga orientación espacial y se hace sin planearse, sin reglas, sin escuadra ni cartabón para permitir que el patrón se revele a sí mismo. El dibujo debe ser abstracto y atemporal y los patrones han de hacerse con trazos sencillos como líneas, puntos, círculos, óvalos o espirales. Si quieres ver algunos de estos trabajos puedes buscar #zentagle en las redes sociales.
Y no se trata de que en este desafío creativo de 30 días de dibujo hagamos zentagle, aquí hay libertad total, pero te lo cuento para darte otro ejemplo de los beneficios de dibujar y porque es un buen ejemplo de una forma de dibujo que nace de los más básico y que nos ayuda a crear sin preocuparnos del resultado final. Porque aunque ya lo haya dicho un montón de veces, aquí lo que menos importa es el resultado, lo único importante es dibujar.
7. Si estás de viaje, llevar un cuaderno donde hacer un dibujo al día es una forma estupenda de recordar el viaje:
Imagina qué lindo cuando vuelvas del viaje y con el tiempo mires ese cuaderno y veas los dibujos que fuiste haciendo a lo largo de tu viaje. Es mejor aún que un álbum de fotografías porque en esos dibujos estás tú, tus emociones de ese día, todo lo vivido y experimentado.
«Reglas» para enfrentarnos al desafío creativo #30díasdedibujo:
1. Todo está permitido. Sí, todo. No hay nada que no debas hacer o nada que debas hacer más allá de dibujar. Dibujar a diario.
2. Cualquier técnica es válida. Puedes dibujar a lápiz, en escala de grises. Puedes dibujar con colores, con acuarelas, con rotuladores, con lápices de colores, con lo primero que tengas a la mano o con la técnica que más te guste, todo vale. Puedes usar todos los días la misma técnica o puedes ir cambiando en cada dibujo. Puedes mezclar técnicas. En definitiva, puedes hacer lo que te de la gana.
3. Cualquier soporte vale. Puedes dibujar en un papel suelto, en una libreta, en el cristal de tu ventana, en tu piel o en la pared. Donde sea vale, donde más te apetezca. Puedes decorar la taza con la que te tomas el café o pintarte la cara. Aunque si tienes una libreta y vas dibujando todos los días en ella al final va a ser interesante que veas todos los dibujos juntos y el progreso de los mismos.
4. Lo interesante es dibujar a diario durante estos #30díasdedibujo. No importa si es un dibujo súper trabajado o simplemente un garabato o un esbozo rápido hecho en 5 minutos, pero hay que intentar dibujar todos los días durante el tiempo que dure el desafío. Puede ser un dibujo hecho en el autobús, en una de las esperas diarias o en un rato que te tomes para ti misma en el parque o en la playa. Pero hay que dibujar todos los días, aunque sea durante 5 minutos.
5. Lo más importante es disfrutar. En este desafío no están permitidos los juicios, no vale decir «yo dibujo mal» o «este dibujo es un desastre». No se trata de hacer obras de arte, solo de disfrutar. De disfrutar de este rato con nosotras mismas.
Quiero volver a dibujar a diario, aunque solo sean bocetos rápidos como éste hechos en 3-5min, así que estoy pensando en hacer un desafío creativo, un dibujo diario, por pequeño y tonto que sea. El otro día un amigo me decía que los dibujos ayudan a pensar y es verdad, así que quién se apunta? Qué os parece la idea? Sin juzgar, sin tratar de que quede bien o mal, solo dibujar ✏️ / Fast sketch at the beach #sketch #sketchbook #sketches #sketching #sketchers #sketchesoninstagram
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Y ahora sí. ¿Cómo participar en el desafío creativo #30díasdedibujo?
Ahora que ya te he explicado cuál es el objetivo de este desafío de #30díasdedibujo, las ventajas que te va a dar dibujar y las 5 reglas que debes de tener en cuenta a la hora de enfrentarlo, te voy a explicar cómo va a funcionar la dinámica de #30díasdedibujo.
Lo más importante, por supuesto, es dibujar durante 30 días seguidos. Pero para que no estés sola o para que ninguna dejemos el desafío a medias, he decidido crear un grupo de Facebook para compartir nuestro progreso, todo lo que vayamos haciendo y descubriendo. La idea es poder ir publicando nuestros dibujos con el hashtag #30díasdedibujo.
El grupo de Facebook se llama #30díasdibujando (como el hashtag) y va a estar ahí para compartir todo lo que nos surja a lo largo del desafío. Te invito a unirte desde ya. Puedes compartir tus dibujos para que todas vayamos viendo el progreso y puedes compartir también tus experiencias: cómo te has sentido dibujando, de qué ye has ido dando cuenta, qué emociones te han surgido… lo que sea.
También puedes ir compartiendo los dibujos que vayas haciendo el Instagram igualmente con el hashtag #30díasdedibujo para que todas los podamos ver y encontrar y si quieres también puedes mencionarme escribiendo @lapiznomada para que pueda ir viéndolos.
La idea es que no estemos solas y que todas podamos ir haciendo el desafío al mismo tiempo y compartiendo nuestros progresos. Porque sí, yo también soy de esas a las que le cuesta horrores llevar un desafío hasta el final, así que lo hacemos juntas, a todas nos será más fácil y nos rendirá mucho más.
¿Y cuándo empieza el desafío #30díasdedibujo?
¡Empieza ya!! Empieza hoy mismo, empieza cuando tú quieras, pero el mejor momento es ahora, así que coge lápiz y papel y empecemos con ellos. Yo te espero en el grupo de Facebook #30díasdedibujo y en Instagram con el hashtag #30díasdedibujo así que vamos a ello.
Y ya sabes, lo más importante no es el resultado, sino simplemente disfrutar.
Te espero por los comentarios para que me cuentes tus impresiones y para saber si te apuntas, la verdad me encantaría que lo hicieras, cuantas más seamos (o cuantos, ya sabes que aquí nadie está excluido) mejor, más rico y más divertido será y más fácil llegar hasta el final.
Y si conoces a alguien a quien crees que le puede gustar o alguien con quien te gustaría hacer este desafío, compártele este post o mándaselo en un mensajito. Nos vemos por el grupo de Facebook #30díasdedibujo y en las redes con el hashtag #30díasdedibujo.
Un abrazo,